Hace unos meses os comentaba que tuve el placer de cocinar dos faisanes que me regaló
Nuria. Uno lo cociné
con una salsa a los tres vinos, y el otro era obligado cocinarlo como se hacen muchas carnes en la Mancha.
Sé que sois muchos a los que os da
yuyu el tema de la caza, pero en la zona centro, el
cerdo, el
bacalao y la
caza son de obligado cumplimiento. Hay multitud de sitios donde se celebran jornadas gastronómicas relativas a la caza, moviendo a cazadores y a expertos degustadores a disfrutar con estas delicias.
La realización del plato es supersencilla, perfectamente sustituible por pollo, o incluso por ternera. La salsa es suave, aromática, olorosa… para no parar de mojar. Y como cosecha propia me gusta añadir a este plato, por el contrapunto de sabor que le da, unas gotas de caramelo líquido que hace que en el proceso de mojar ambas dos combinaciones el paladar haga la olaabsolutamente loco de placer. Además, el faisán le da un poderío y una contundencia que para qué contaros. Gracias de nuevo, Nuria, por la oportunidad que me diste de trabajar con una caza estupenda, cosa que de otra manera no hubiera podido hacer.
En este plato no os aporto ningún truco, ni sugerencia: no los tiene. Es facilísimo, y es una manera universal de cocinar las carnes, que seguramente todos habréis empleado. ¡Ah! ¿Tú no? Alma descarriada… ¿Qué estás esperando para preparárselo a tu chica?
A ello.
Receta
Ingredientes
Un faisán
½ puerro
½ cebolla
1 zanahoria
2 tomates maduros pelados
1 ajo
Un vasito de aceite
Un poco de harina
1 vaso de vino blanco de la zona
Unas gotas de vinagre de Módena
Sal y pimienta
Agua
Para la guarnición
Unas patatas torneadas
Unas zanahorias baby
Para decorar
Un chorreoncito de caramelo líquido Royal
Preparación
1. Limpiar el faisán, quitarle la piel y partirlo en cuartos.
2. Trocear groseramente —ya que luego vamos a pasar la salsa— el puerro, la cebolla, la zanahoria, el ajo y los tomates.
3. Poner el aceite a calentar en una sartén. Salpimentar el faisán y pasarlo por harina, dándole unos golpecitos para que solo se quede con la harina justa.
4. Freír por todos los lados el faisán y ponerlo en una olla a presión.
5. En el mismo aceite poner a freír las verduras. Cuando estén bien pochadas, añadir un vino de la zona, y dejar unos dos minutos para que vaya cogiendo sabor.
6. Volcar en la olla y añadir agua —la suficiente para que cueza, pero nunca que flote—.
8. Cerrar la olla, y mantener en el fuego unos 15 minutos.
9. Cuando pase este tiempo, abrir la tapa y dejar cociendo otros 5 minutos. En este momento añadir las gotitas de vinagre de Módena.
10. Sacar el faisán y pasar la salsa. Rectificar de sal o pimienta si hace falta. Suele quedar espesa, pero si no os lo parece, le podéis añadir una cucharadita de espesante instantáneo de la marca Maizena.
11. Preparar la guarnición que más os guste. En mi caso puse unas patatas torneadas al vapor y unas zanahorias baby, y luego las pasé por la sartén, con un poco de aceite. Cuidado con el tiempo de cocción de la guarnición: no hace falta mucho, lo suficiente para que esté cocido pero procurando no pasarnos, porque se nos deshace y a la vista está peor.
Montaje del plato
1. Poned la carne siguiendo el designio de vuestra inspiración.
2. Añadir la guarnición.
3. Poner la salsa como gustéis y añadirle, si es a vuestro gusto, un chorreoncito decorativo de caramelo.
Así, artístico, para la foto está muy bien, pero la cruda realidad, fue que para comer nos servimos sin ningún tipo de pijerío ni recatamiento toda la salsa, y ¡venga pan, venga pan